ESTRATEGIA DE CULTIVO PARA
Cultivo de tomate.
El tomate es la hortaliza más conocida mundialmente y también la de mayor valor económico. España es uno de los principales productores de tomate fresco. La demanda de este vegetal crece continuamente y, como consecuencia, también lo hacen sus cultivos, su producción y su comercialización.
En términos generales, el tomate se considera un cultivo exigente en cuanto a riego, sol y nutrientes. Además, se le asocian gran cantidad de plagas y enfermedades y cultivarlos requiere de cuidados específicos como el entutorado o la poda de los brotes secundarios. Por tanto, se trata de un cultivo que requiere mucha atención, tal y como veremos a continuación con más detalle.
» Plantación de tomate
A la hora de plantar tomateras se ha de garantizar que la zona elegida presente las condiciones idóneas.
·Suelo
Las tomateras son plantas poco exigentes en cuanto a suelos, ya que presentan un sistema radicular poco profundo y son capaces de adaptarse a suelos pobres. Sin embargo, prefieren suelos profundos, bien drenados y ricos en materia orgánica.
Por otro lado, requieren una humedad constante, sobre todo en verano. No obstante, se deben evitar los encharcamientos ya que de lo contrario las raíces pueden llegar a pudrirse y se favorece la aparición de enfermedades.
Además, cabe mencionar que se trata de la especie cultivada que mejor tolera las condiciones de salinidad, tanto del suelo como del agua de riego. El pH del suelo debe oscilar entre 6’5 y 7.
·Clima
La tomatera es un tipo de planta que se adapta bien a una gran variedad de climas, pero muy sensible a heladas. Se trata de plantas que necesitan sol en abundancia.
» Cuidados requeridos por el tomate
Las tomateras son plantas que requieren muchos cuidados y atención, tal y como habíamos mencionado anteriormente, son vegetales exigentes en cuanto a nutrientes, agua, sol, etc.
·Semillero
Las semillas de tomate se han de sembrar previamente en semilleros. Los semilleros empiezan a prepararse a finales de invierno o principios de primavera. Las semillas suelen tardar en germinar unos 5-10 días, pero no estarán listas para el trasplante hasta que presenten unas 3-6 hojas verdaderas.
Además, antes de trasplantar debemos asegurarnos de que ya han pasado los riesgos de heladas repentinas que puedan acabar con nuestras pequeñas plántulas.
·Acondicionamiento del suelo para el cultivo de tomate
Antes de la siembra, lo ideal es realizar un laboreo profundo del terreno y aplicar una capa de materia orgánica al suelo, removiendo la tierra para que penetre.
La aportación de nitrógeno como abonado de fondo no está recomendada ya que un exceso de nitrógeno puede provocar daños perjudiciales en los tomates. Sólo se aconseja en el caso en el que la tierra posea niveles muy bajos de este elemento.
Por el contrario, la aplicación de fósforo sí es necesaria, ya que contribuye significativamente al desarrollo de las raíces y en la floración. Además, para que los frutos crezcan adecuadamente también necesitan potasio.
·Riego del tomate
El riego de las tomateras debe ser abundante y regular. Los tomates prefieren el agua en las raíces, nunca en las hojas. Para garantizar que las capas más profundas del suelo se mantienen húmedas lo mejor es regar en profundidad y menos veces, en lugar de todos los días durante un corto periodo de tiempo. Así, evitaremos que el agua permanezca solo en la capa superficial y se evapore con mayor facilidad. Además, lo mejor es instalar un sistema de riego por goteo para evitar la aparición de hongos.
·Entutorado
El entutorado es una práctica imprescindible para las tomateras. Sirve para mantener las plantas erguidas e impedir que las hojas y los frutos toquen el suelo. Además, mejora la aireación y favorece la incidencia de la luz solar en las plantas, mejorando así la producción final y calidad de los frutos.
·Poda
En tomateras se realiza una poda de formación, es decir, se eliminan los tallos laterales que son demasiado largos, viejos o enfermos, etc. De esta manera, se mejora el crecimiento y producción de la planta.
·Eliminación de chupones
Los chupones son pequeñas ramas que crecen en el vértice de otra rama y se eliminan con el objetivo de concentrar toda la energía en la rama principal. De esta manera, se fortalecen estas ramas y la producción de tomates aumenta.
» Fertilizantes para el cultivo del tomate
Las tomateras requieren ser abonadas con fertilizantes ricos en nitrógeno, fósforo y potasio.
El nitrógeno es necesario, no en exceso, en las fases tempranas de desarrollo para fomentar un crecimiento fuerte de las plántulas, aunque el mayor consumo es poco antes de la floración. El potasio se requiere en cantidades mayores que las del nitrógeno. La planta necesita también fósforo en fases tempranas para garantizar el buen desarrollo de las raíces y de las flores.
Es interesante destacar que más de un 60% del nitrógeno, fósforo y potasio absorbidos por la planta, será utilizado en el fruto.
El calcio es otro elemento que se necesita en cantidades relativamente grandes. De hecho, en ocasiones tiene la misma importancia que el nitrógeno. El consumo de este nutriente transcurre desde la floración, pasando por el desarrollo del fruto hasta la cosecha, por lo que es necesario suministrarlo durante toda la temporada. El magnesio también es importante, aunque se requiere en menor cantidad que el calcio y se absorbe principalmente durante la floración. El azufre se necesita durante toda la temporada de crecimiento.
En cuanto a micronutrientes, el boro interviene significativamente en el proceso de maduración del fruto. Se trata de un elemento esencial para la integridad estructural de la planta, la viabilidad del polen, la flor y el desarrollo frutal. Por su lado, el zinc es un nutriente importante para el desarrollo y función de las hormonas del crecimiento.
Para obtener un cultivo ecológico de tomates se deberá aplicar regularmente y en cantidad suficiente materia orgánica y restos minerales, así como fertilizantes y abonos compuestos a base de algas y sustancias naturales, con el fin de asegurar una buena fertilidad.
» Recolección de tomates
Los tomates pueden cosecharse en el momento que empiezan a virar ligeramente de color verde a rojo.
En función de la variedad, los tomates se recolectarán:
- Variedades tempranas: a los 4-5 meses.
- Variedades tardías: entre 8-9 meses.