Los frutales son aquellas plantas cuyas flores acaban convirtiéndose en frutas. En la Península Ibérica los más comunes son el naranjo, el manzano o el peral, pero podemos encontrar muchos otros como el limonero, el cerezo o el melocotonero.
Estos árboles, al igual que cualquier planta, necesitan unos cuidados específicos en mayor o menor medida para que puedan crecer con vigor y proporcionar el máximo número de frutos de calidad. Por ello, es importante conocer cómo cuidarlos y qué fertilizantes son los adecuados para cada tipo de frutal según sus requerimientos.
Cómo cuidar los árboles frutales
Como ya hemos comentado, para conseguir un buen número de frutas es indispensable un buen cuidado y mantenimiento de los árboles. Factores como la zona geográfica en la que se encuentren y la temperatura han de tenerse en cuenta, pero además, existen una serie de cuidados básicos:
- Poda en frutales
Para que cualquier árbol crezca sano y fuerte es necesario podarlo. Con ello, conseguimos eliminar las ramas débiles o mal posicionadas que dificultan el crecimiento del árbol. Además, con esta técnica favorecemos la aparición de nuevos brotes.
- Injertar los frutales
Mediante esta técnica, que consiste en introducir una parte de una planta en otra y que ambas crezcan como una sola, se persigue modificar algunas características de los árboles con el fin de obtener mejoras o crear nuevas variedades.
- Fumigación
Para prevenir plagas y enfermedades de los frutales se recurre al uso de productos fitosanitarios.
Sin embargo, además de estos cuidados también es importante contar con un buen plan de abonado para nuestros árboles. Es importante conocer cuándo abonar los frutales y qué abono es bueno para el tipo de ellos:
- abono para naranjos,
- abono para limoneros,
- abono para albaricoqueros,
- abono para aguacates,
- abono para mango, etc.
Fertilizantes para frutales
Cuándo abonar los árboles frutales
Los árboles frutales son de los cultivos que más nutrientes consumen, por tanto, necesitan un aporte continuo de los mismos. Es por ello que no existe una época del año idónea para abonar los frutales sino que durante todo el año se aplicarán abonos de manera regular.
Generalmente, se empiezan a abonar en primavera con fertilizantes específicos para cada tipo de frutal. Durante el invierno es importante aplicar fertilizantes basados en materia orgánica como el estiércol, compost o humus de lombriz.
En cuanto a árboles jóvenes, dependerá del tipo de árbol así como del tiempo que tenga y del estado en el que se encuentre. Recomiendan aplicar el abono a finales de invierno, para que tengan disponibilidad de nutrientes al inicio de la primavera.
Con un buen plan de abonado de los frutales se consigue no sólo que los árboles den su máximo rendimiento sino que se protegen de plagas y enfermedades
Cómo abonar los árboles frutales
Existen dos tipos de abonados para árboles frutales:
- Abonado de fondo: sirve para abonar el suelo antes de plantar o trasplantar el árbol. Es aplicado durante el invierno y refuerza a los árboles durante esta época de abono. Mediante el abonado de fondo, se incorpora ligeramente al suelo abonos orgánicos como estiércol, compost o humus de lombriz.
- Abonado de mantenimiento: se aplica tres o cuatro veces al año para que los árboles puedan crecer adecuadamente, aportándoles los nutrientes necesarios. Se suelen emplear fertilizantes minerales en forma de gránulos que contienen las dosis necesarias de nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos.
Además, si se detectasen carencias nutricionales, por ejemplo, de hierro, se pueden corregir pulverizando sobre el follaje un abono líquido corrector de carencias de hierro o aportando en el suelo sulfato de hierro.
Qué tipos de abonos existen
Tanto si hablamos de abonos o fertilizantes químicos como orgánicos, éstos se pueden clasificar según su formato en:
- Abonos líquidos: su eficacia es bastante rápida ya que suelen estar muy concentrados. Sin embargo, es importante diluir la dosis indicada en agua antes de su aplicación para evitar sobredosis que puedan dañar los árboles.
- Abonos en polvo o granulados: por lo general, se liberan de forma lenta durante el riego. Suelen mezclarse con la tierra. De forma que es el agua de riego la que lleva los nutrientes para el crecimiento de la planta
- Caseros: cáscaras de huevo, cáscaras de frutas, pienso de animales, ceniza de madera o restos de verduras pueden ser utilizados como abonos naturales. Sin embargo, se desaconseja abonar únicamente con este tipo de fertilizantes puesto que los árboles podrían tener carencias nutricionales importantes, afectando así a su correcto desarrollo.
Dependiendo del tipo de árbol y plantación deberemos conocer qué abono es bueno para árboles frutales.
Fertilizantes para árboles en crecimiento
Cuando los árboles están en crecimiento es muy importante que obtengan los nutrientes necesarios del suelo, por lo que la elección del abono de crecimiento es un factor clave durante esta etapa.
Cada fertilizante tiene una composición distinta, que se adapta a diferentes tipos de plantas y cultivos. Por ello, es esencial conocer qué requerimientos nutricionales tiene nuestro árbol frutal.
Existen fertilizantes para el crecimiento de árboles orgánicos, compuestos principalmente por materia orgánica procedente de animales o plantas. Este tipo de abonos son respetuosos con el medio ambiente, mejoran las condiciones del suelo agrícola y la calidad de las cosechas.
Estos abonos son la mejor opción si lo que se quiere es tener un cultivo 100% ecológico, pero,
¿Cuál es el mejor abono para árboles frutales?
En Fervalle contamos con Algavalle, un abono ecológico cuya formulación se basa en un extracto de algas al 35% junto con aminoácidos. Las ventajas de aplicar algas a los cultivos son:
- Aportar un alto contenido en calcio, micronutrientes, vitaminas y materia orgánica
- Favorecer el aumento del contenido de macro y micronutrientes en el suelo, como el hierro, zinc y manganeso
- Actuar como bioestimulante sobre el desarrollo vegetal, potenciando los procesos fisiológicos de la planta, como el enraizamiento, floración, cuajado, maduración y engorde del fruto
Por otra parte, también encontramos fertilizantes de crecimiento mineral, procedentes de minerales orgánicos presentes en la naturaleza. Tienen una alta cantidad de macronutrientes (NPK), lo cual los hace ideales para que las plantas crezcan más rápido y vigorosas.
Si se quiere sacar el mayor rendimiento posible al menor coste, un fertilizante mineral es el más indicado para conseguirlo.
Desde nuestra propia fábrica de fertilizantes, una de las propuestas más demandadas es Excalibur, una solución muy concentrada de Leonardita Americana extraída en medio ácido y altamente enriquecida con ácidos orgánicos. Posee beneficios como:
- Elevada capacidad de intercambio de cationes al suelo
- Gran poder de estimulación en la parte aérea debido, a su gran aporte de energía directa y a su influencia sobre el metabolismo enzimático y hormonal de la planta.
En conclusión, es importante conocer cuáles son los requerimientos nutricionales de nuestros árboles frutales con el fin de elegir el mejor abono para ellos y conseguir que nos proporcionen el máximo número de frutas.