La fertilidad del suelo es la capacidad que tiene el terreno para mantener el suministro de nutrientes, necesario para el correcto crecimiento de las plantas y optimización del rendimiento de los cultivos. Para preservar la fertilidad del suelo se debe evitar la erosión y asegurar la rotación y diversificación de cultivos, el mantenimiento de la materia orgánica y una alta actividad biológica.
La preparación del suelo para el cultivo es un factor clave, entre otros, a la hora de asegurar la fertilidad del suelo y conseguir los rendimientos esperados de nuestros cultivos. Es por ello que, antes de comenzar con los procesos de siembra, debemos prestar atención a las características del suelo y las condiciones del mismo, con el fin de conseguir su estado óptimo antes de implantar nuestro cultivo.
Por otro lado, los niveles de disponibilidad de los macro y micronutrientes en el suelo influyen sobre la producción y calidad de los productos hortícolas. La influencia que cada nutriente puede tener sobre la calidad depende mucho de cada cultivo y de la fase en la que éste se encuentre. La disponibilidad de nutrientes como el nitrógeno o el fósforo juegan un papel muy importante al inicio del cultivo.
Preparación de suelo para el cultivo
La agricultura intensiva y el uso de productos fitosanitarios, junto con el cambio climático, provocan que el suelo agrícola sufra pérdidas de materia orgánica a lo largo del tiempo, por lo que la capacidad agronómica disminuye y el riesgo de desertización aumenta.
La preparación del suelo para el cultivo es una tarea agrícola fundamental para poder alcanzar los rendimientos esperados de nuestras cosechas. Una de las primeras tareas a realizar es preparar el suelo para barbecho, etapa de descanso que ayudará a que la tierra recupere la humedad y la materia orgánica.
Asimismo, con el uso de acondicionadores de suelo se logra optimizar las condiciones del terreno de cultivo, tanto a corto como a largo plazo, corrigiendo y asegurando la calidad de los suelos agrícolas ya que incrementan el contenido de materia orgánica.
Inicio del cultivo
A lo largo del ciclo de desarrollo de los cultivos hortícolas, las plantas tienen requerimientos diferentes de luz, agua, nutrientes, tipo de atención, etc. Como ya hemos mencionado, para su correcto desarrollo y crecimiento, es necesario que el suelo agrícola contenga los sustratos adecuados y las características idóneas.
Las plantas requieren un aporte de nutrientes equilibrado y adecuado a su fase de crecimiento. Nutrientes como el nitrógeno, el fósforo, el potasio, el calcio, el hierro o el cobre son esenciales para los cultivos en cantidades adecuadas. Las deficiencias de estos nutrientes pueden tener consecuencias severas en su crecimiento, perjudicando así a la producción y rendimiento de las cosechas.
Para controlar mejor el crecimiento de las plantas y garantizar que tienen la cantidad de alimento que necesitan, es importante conocer los síntomas derivados del déficit de nutrientes esenciales.
¿Cuáles son los nutrientes esenciales?
Entre los nutrientes esenciales para las plantas, es importante distinguir:
- Macronutrientes: elementos absorbidos por las plantas en gran cantidad, como el nitrógeno, el fósforo o el potasio.
- Micronutrientes: elementos necesarios sólo en pequeñas cantidades (un exceso puede resultar nocivo), como el hierro o el cobre.
En esta ocasión, nos centraremos en dos de los principales macronutrientes esenciales.
MACRONUTRIENTES
Nitrógeno
El nitrógeno es indispensable al inicio del cultivo. Desempeña un papel activo en el metabolismo de las plantas e influye positivamente en su crecimiento, ya que forma parte de las enzimas. Este elemento favorece el desarrollo de la masa foliar. Como consecuencia, las hojas de las plantas son más grandes y captan mayor cantidad de luz, aumentando así las tasas fotosintéticas. Al inicio del cultivo, las exigencias nutricionales son bajas, pero si se produce un déficit de nitrógeno los efectos sobre el crecimiento pueden ser irreversibles.
Las plantas con deficiencia de nitrógeno presentan retrasos en el crecimiento y decoloración amarillenta de las hojas (clorosis).
El producto de Fervalle Aminovalle es un ejemplo de producto aconsejado para inicio de cultivo ya que aporta el nitrógeno necesario para el desarrollo óptimo de los cultivos.
Aminovalle es una formulación que contiene aminoácidos procedentes de hidrólisis enzimática de proteínas. Contiene, concretamente, un 12% de aminoácidos libres.
Las principales ventajas y beneficios que destacan de este producto son:
– Favorece y potencia el desarrollo y crecimiento vegetativo
– Ayuda a superar situaciones de estrés
– Cubre necesidades nutricionales específicas
Brotovalle N es otro producto de Fervalle aconsejado para inicio de cultivo, pues se trata de una formulación de alto contenido en microelementos que inducen en la planta la síntesis de moléculas esenciales.
Es un fertilizante compuesto, rico en elementos orgánicos, cobre, manganeso y zinc. Además, en su formulación hay un aporte de nitrógeno que potencia el crecimiento y la producción del cultivo.
Entre las ventajas y beneficios, Brotovalle N:
– Induce en la planta la síntesis de moléculas esenciales.
– Consigue aumentar la calidad y producción de las cosechas
– Disminuye los efectos de situaciones desfavorables durante el ciclo de vida de la planta.
Fósforo
El fósforo es un nutriente clave en la transferencia de energía por toda la planta. En las plantas jóvenes, la presencia de fósforo es indispensable para su correcto crecimiento. Este elemento ayuda a construir las paredes celulares, el ADN, las proteínas y las enzimas. Se encuentra concentrado principalmente en las raíces y en las partes en desarrollo de la planta (puntas de crecimiento y tejido vascular).
Las deficiencias de fósforo pueden dar lugar a un crecimiento retrasado y un oscurecimiento de las hojas a tonos púrpura y, más adelante, los frutos aparecerán deformes y con granos vacíos.
El producto de Fervalle Fosmax es un ejemplo de producto aconsejado para inicio de cultivo en cuanto a aportación de fósforo se refiere.
Fosmax presenta una formulación basada en la presencia del complejo polimérico (FPC) junto con fósforo complejado de bajo peso molecular, potasio, calcio y micronutrientes.
Las principales ventajas y beneficios que destacan de este producto son:
– Permite una rápida asimilación de nutrientes.
– Proporciona mayor biodisponibilidad nutricional en comparación con fertilizantes tradicionales.
– Favorece el desarrollo de un potente aparato radicular.
– Mejora la floración en la planta.
– Mejora el cuajado y la maduración del fruto.
Ahora que conocemos la importancia de contar con un suelo fértil y rico en nutrientes, ¡sólo nos queda seleccionar qué tipo de productos se adaptan mejor a nuestro tipo de cultivo y sus requerimientos nutricionales!